El mercado europeo de vehículos usados es un sector dinámico y diverso, impulsado por factores como las preferencias de los consumidores, las normativas medioambientales y el comercio transfronterizo. A medida que un número cada vez mayor de consumidores y empresas recurren a los vehículos de segunda mano para obtener asequibilidad, sostenibilidad y comodidad, el mercado ha experimentado un crecimiento notable.
Un mercado fragmentado, pero grande
Europa alberga una variedad de mercados nacionales, cada uno con sus propias preferencias, sistemas fiscales y regulaciones de vehículos. Algunos países como Alemania, el Reino Unido y Francia son actores importantes tanto en la venta como en la importación de automóviles usados. Los mercados más pequeños, como los países bálticos y Europa del Este, son conocidos por importar grandes volúmenes de vehículos de Europa Occidental.
La Unión Europea contribuye a armonizar las políticas comerciales. Sin embargo, cada Estado miembro sigue teniendo sus propias normas. Esta fragmentación hace necesario que los importadores tengan que capear un mosaico de normas sobre emisiones, normas de seguridad e impuestos.
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Demanda de vehículos asequibles y sostenibles
La demanda de vehículos usados asequibles es sólida en toda Europa. Muchos compradores están optando por vehículos de segunda mano en lugar de otros nuevos para reducir costes. Alemania, como uno de los mercados automovilísticos más grandes del continente, es un exportador clave de vehículos usados y suministra a los países vecinos opciones asequibles.
Al mismo tiempo, las preocupaciones medioambientales desempeñan un papel cada vez más importante en la toma de decisiones de los consumidores. Muchas ciudades europeas han introducido zonas de bajas emisiones (ZBE), en las que los vehículos deben cumplir normas de emisiones específicas. Esto ha llevado a algunos consumidores a vender o comercializar sus coches más antiguos y altamente contaminantes en favor de opciones permitidas. Países como Bélgica han experimentado un repunte de la demanda de vehículos híbridos y eléctricos (VE) en el mercado de vehículos usados.
Europa cuenta con algunas de las normativas medioambientales más estrictas del mundo, en particular en lo que respecta a las emisiones de los automóviles. Las normas de emisiones de la UE, como Euro 6 para turismos (Euro 7 en 2030), establecen límites a los contaminantes. Estos límites se aplican tanto a los vehículos nuevos como a los usados.
Estas regulaciones están cambiando el mercado de segunda mano. Reducen la demanda de vehículos de altas emisiones y fomentan la importación de vehículos más limpios y de bajas emisiones.
Países como Italia y Lituania ofrecen incentivos diferentes. Ayudan a financiar la compra de BEV y la instalación de estaciones de recarga. Esto ha afectado aún más al mercado de vehículos usados. Al comprar un coche usado, ya se puede buscar vehículos electrificados a medida que aumenta la oferta.
Estos sistemas incentivan a los consumidores a comerciar con vehículos más antiguos. Muchos de los vehículos desguazados o comercializados se exportan posteriormente a países con normas medioambientales menos estrictas, lo que alimenta aún más el comercio transfronterizo.
Importaciones entre países europeos
El comercio transfronterizo es una parte fundamental del mercado europeo de vehículos usados. Debido a las diferencias de precios, los incentivos fiscales y las diferentes normativas entre países, la importación de vehículos usados tiene múltiples ventajas para los concesionarios.
Algunas tendencias específicas incluyen:
- Comercio entre Europa occidental y oriental: los países de Europa oriental son los principales importadores de vehículos usados. Estos coches suelen ser más baratos que los nuevos. Constituyen buenas opciones para las personas con un presupuesto menor.
- Variaciones fiscales e IVA: los sistemas fiscales y del impuesto sobre el valor añadido para las importaciones de vehículos varían considerablemente en toda Europa.
- Normativas y cumplimiento: los importadores deben cumplir tanto los reglamentos nacionales como los de la UE a la hora de cruzar las fronteras. Esto implica a menudo garantizar que los vehículos cumplen las normas de emisiones y seguridad del país de destino. Algunos países de Europa del Este, por ejemplo, aceptan vehículos antiguos que pueden dejar de ser legales para la carretera en otros, creando un mercado secundario para modelos antiguos y de alto kilometraje.
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Desafíos de la importación de vehículos usados
Aunque la importación de vehículos usados en Europa tiene importantes ventajas, también hay retos a los que hacen frente los importadores.
La importación de un vehículo suele necesitar varios documentos. Entre ellos se incluyen la prueba de propiedad, las declaraciones aduaneras de ningún cliente de la UE o la prueba de que el vehículo cumple las normas locales en materia de emisiones y carretera. Cada país tiene sus propios requisitos de papeleo, que puede llevar mucho tiempo realizar.
El valor fluctuante del euro y otras monedas puede influir en el coste de los vehículos importados. Por ejemplo, cuando el tipo de cambio es desfavorable, el costo de comprar e importar un vehículo de otro país aumenta.
Los compradores que importan coches usados a menudo se preocupan por la historia del coche. Quieren saber sobre accidentes, propietarios pasados y cualquier posible alteración del cuentakilómetros. Afortunadamente, servicios como las bases de datos europeas de vehículos proporcionan una mayor transparencia a este respecto. En MotorTrade, si el historial de servicio del vehículo está disponible, lo verá directamente en la plataforma.
Conclusión
El mercado europeo de vehículos usados es un sistema complejo. Se ve influenciado por la variada economía del continente, las normas medioambientales y las necesidades de los consumidores.
El comercio transfronterizo de vehículos usados ofrece oportunidades para encontrar coches asequibles. Sin embargo, también plantea múltiples retos. Uno de los principales retos es seguir las diferentes normativas y políticas nacionales.
Si quiere importar coches usados en Europa, es crucial entender las complejidades de los diferentes mercados y sus respectivos marcos regulatorios. Tanto si sus clientes son empresas como personas, mantenerse informado es importante. El uso de plataformas en línea puede ayudarle a realizar operaciones exitosas en este mercado cambiante.